Las placas solares, al estar expuestas a las inclemencias del tiempo, están construidas con materiales de alta resistencia; no obstante, su eficiencia operativa está sujeta a una serie de factores externos.
Entre estos factores, las sombras representan una amenaza significativa para el rendimiento óptimo de las placas solares, ya que obstaculizan la incidencia uniforme de la luz solar sobre el módulo, lo que puede resultar en desequilibrios de voltaje y la formación de puntos calientes.
Contrario a la percepción común, el aumento excesivo de temperatura puede disminuir la producción de energía, dado que las células fotovoltaicas responden a los rayos ultravioleta en lugar del calor.
La instalación solar acumula diversos tipos de suciedad, como hojas, barro, excrementos de aves, arena, tierra o polvo ambiental. Esta acumulación de suciedad actúa como una barrera que puede interferir con la capacidad de las células fotovoltaicas para absorber la luz solar.
Esto ocasiona, además de una disminución del rendimiento de los paneles de entre el 8 y el 15%, la posibilidad de generar puntos calientes que pueden dañar el sistema.
Aunque los excrementos ocupan una pequeña parte de la superficie, tienen un impacto similar al de las sombras, impidiendo que los rayos solares incidan en esa área específica del módulo.
El mantenimiento de este tipo de sistemas debe realizarse con precaución para evitar el riesgo de rayado u otros daños. Por todos esto se recomienda limpiar los paneles de la forma adecuada con el fin de maximizar su vida útil. En Clean Sunny contamos con los mejores robots del mercado que, mediante agua osmotizada, dejan sus paneles como el primer día.